Califica a su ex mujer de «manipuladora» y cree que tendría que hacer un «trabajo serio de reflexión»
D. B./BARCELONA / MADRID
El padre de la niña de 8 años que tendrá la custodia de su hija tras reconocer una juez que la madre le había provocado un cuadro de fobia severa contra él, espera que su ex mujer colabore en la entrega de la niña, que debe producirse el lunes, «por el bien de todos» y para poner fin a un «calvario» que ha durado tres años. Jesús Díaz explicó ayer que el distanciamiento entre él y su hija «fue un proceso evolutivo» en el que la niña pasó de tener una relación «absolutamente correcta» con él a «mostrar posturas de mayor rechazo», hasta el punto de que cuando iba a buscarla, en cumplimiento del régimen de visitas, la pequeña se aferraba a su madre y ésta cerraba la puerta, impidiendo que se vieran. «No te quiero ver, vete, eres malo», afirma el padre que le gritaba su pequeña.
Jesús reconoce que los primeros días serán «complicados» y espera que los psicólogos y la familia le ayuden a «rehacer» los lazos afectivos con su hija. No duda de que la tendrá ganada «en poco tiempo». La sentencia de la titular del Juzgado de Instrucción 4 de Manresa, que otorga la custodia de la niña al padre, prohíbe cualquier contacto de la madre y su familia con la pequeña durante al menos seis meses. Después, y siempre si los informes médicos lo permiten, podrán ir recuperando la relación.Jesús Díaz, que es médico de profesión y que vive actualmente en Barcelona, calificó a su ex mujer de «manipuladora» y cree que «tendría que hacer un trabajo serio de reflexión». Los seis meses que la niña no podrá ver a su madre los cree necesarios para que pueda «desintoxicarse» tras pasar cuatro años en un entorno que la puso en contra de la familia paterna.
Relaciones
Pese a ello, Jesús Díaz quiere que tras este período se restablezcan las relaciones de la menor con la familia materna. «La niña nos necesita a los dos», afirmó el padre, que tiene ahora una nueva pareja y dos hijos más, «muy ilusionados» con esta noticia. La sentencia, que es novedosa en España, ha provocado opiniones diversas. La juez decana de la Ciudad Condal, María Sanahuja, dijo ayer que la guardia y custodia compartida prevista en la nueva ley del divorcio podría «limitar la posibilidad de manipular» a los niños.
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