Abbot: Noticia aparecida en el diario El Día
PARA HACER ESTA AFIRMACIÓN me baso en las reseñas publicadas el 22 y 23 de este mes, en los periódicos, remitidas, según parece, por ACN PRESS, y realizadas por la abogada de las niñas en rueda de prensa.
Por tanto, puedo afirmar rotundamente que alguien está mintiendo. Miente la señora Calleja cuando afirma que las niñas están "secuestradas legalmente" ya que las niñas han disfrutado del baño, de fiestas familiares, del circo, de su nuevo colegio, de la numerosa familia paterna, pero eso sí: por orden judicial, y con el fin de intentar sacarlas del "Síndrome de Alienación Parental" que padecen, aislarlas de quienes lo han originado, o sea, su familia materna.
Miente cuando afirma que la familia materna nada sabe de las niñas: semanalmente su padre remite dos burofax, certificados y con acuse de recibo, uno a la juez y otro a la madre de las niñas, informándoles sobre las mismas.
La familia materna tiene prohibición judicial de visitar a las niñas, prohibición que intentaron violar acudiendo a un punto de encuentro donde iban a verse las dos niñas con su hermana pequeña, ante lo cual se les cerró el paso por personal del centro.
En una cosa sí estamos de acuerdo: se han violado los derechos de las niñas, pero también los derechos del padre, motivados por la actuación de la familia materna.
Me ha sorprendido la carta publicada en EL DÍA, suscrita por Abimael Clavijo, psicólogo y presidente de la Comisión Deontológica del Colegio Oficial de Psicólogos de Tenerife, donde poco menos afirma que el fallo del juez se ha basado en un diagnóstico hecho sin haber visto jamás a las niñas. Flaco favor le hace usted a las psicólogas forenses, que han mantenido repetidas entrevistas con las niñas y sus padres, amén de la competencia que tanto juez como fiscal se le supone que tienen. No creo que lo manifestado por el señor Clavijo sea el criterio del Colegio Oficial de Psicólogos de Tenerife.
Dispara Calleja contra el Colegio La Salle, cuyo pecado es haber dado acogida a unas niñas y respuesta a unas familias con un conflicto. Francamente, señora, no las cuaja. El colegio La Salle no necesita que un servidor lo defienda, y conocemos su buen hacer a lo largo de muchos años. La niña ha estudiado inglés y le ha sido aprobada la asignatura en "idiomas" por tener todas las evaluaciones del curso aprobadas. No sabemos de dónde se ha sacado usted lo del diez.
Muchos vecinos se preguntan de dónde surgieron esas personas que tan oportunamente estaban situadas cuando el padre y su tía "arrastraron" a las niñas a su casa, grabando unos vídeos que, repetidamente, han sido pasados por televisión. Huele a montaje que, al parecer, está siendo investigado policialmente.
Solo me queda felicitar a la jueza de Santa Cruz de Tenerife que, aunque algo tarde, ha tenido la valentía de dictar esa sentencia, creadora de jurisprudencia, apoyada por sus compañeros y fiscales.
Y como dice el refrán "no hay mal que por bien no venga" y llevar este caso a los medios de difusión está dando lugar a que los casos de "Síndrome de Alienación Parental" estén surgiendo por todas partes.
Se dice que cuando llegamos a edad avanzada la cara es el espejo del alma.
Y yo así lo creo.
PARA HACER ESTA AFIRMACIÓN me baso en las reseñas publicadas el 22 y 23 de este mes, en los periódicos, remitidas, según parece, por ACN PRESS, y realizadas por la abogada de las niñas en rueda de prensa.
Por tanto, puedo afirmar rotundamente que alguien está mintiendo. Miente la señora Calleja cuando afirma que las niñas están "secuestradas legalmente" ya que las niñas han disfrutado del baño, de fiestas familiares, del circo, de su nuevo colegio, de la numerosa familia paterna, pero eso sí: por orden judicial, y con el fin de intentar sacarlas del "Síndrome de Alienación Parental" que padecen, aislarlas de quienes lo han originado, o sea, su familia materna.
Miente cuando afirma que la familia materna nada sabe de las niñas: semanalmente su padre remite dos burofax, certificados y con acuse de recibo, uno a la juez y otro a la madre de las niñas, informándoles sobre las mismas.
La familia materna tiene prohibición judicial de visitar a las niñas, prohibición que intentaron violar acudiendo a un punto de encuentro donde iban a verse las dos niñas con su hermana pequeña, ante lo cual se les cerró el paso por personal del centro.
En una cosa sí estamos de acuerdo: se han violado los derechos de las niñas, pero también los derechos del padre, motivados por la actuación de la familia materna.
Me ha sorprendido la carta publicada en EL DÍA, suscrita por Abimael Clavijo, psicólogo y presidente de la Comisión Deontológica del Colegio Oficial de Psicólogos de Tenerife, donde poco menos afirma que el fallo del juez se ha basado en un diagnóstico hecho sin haber visto jamás a las niñas. Flaco favor le hace usted a las psicólogas forenses, que han mantenido repetidas entrevistas con las niñas y sus padres, amén de la competencia que tanto juez como fiscal se le supone que tienen. No creo que lo manifestado por el señor Clavijo sea el criterio del Colegio Oficial de Psicólogos de Tenerife.
Dispara Calleja contra el Colegio La Salle, cuyo pecado es haber dado acogida a unas niñas y respuesta a unas familias con un conflicto. Francamente, señora, no las cuaja. El colegio La Salle no necesita que un servidor lo defienda, y conocemos su buen hacer a lo largo de muchos años. La niña ha estudiado inglés y le ha sido aprobada la asignatura en "idiomas" por tener todas las evaluaciones del curso aprobadas. No sabemos de dónde se ha sacado usted lo del diez.
Muchos vecinos se preguntan de dónde surgieron esas personas que tan oportunamente estaban situadas cuando el padre y su tía "arrastraron" a las niñas a su casa, grabando unos vídeos que, repetidamente, han sido pasados por televisión. Huele a montaje que, al parecer, está siendo investigado policialmente.
Solo me queda felicitar a la jueza de Santa Cruz de Tenerife que, aunque algo tarde, ha tenido la valentía de dictar esa sentencia, creadora de jurisprudencia, apoyada por sus compañeros y fiscales.
Y como dice el refrán "no hay mal que por bien no venga" y llevar este caso a los medios de difusión está dando lugar a que los casos de "Síndrome de Alienación Parental" estén surgiendo por todas partes.
Se dice que cuando llegamos a edad avanzada la cara es el espejo del alma.
Y yo así lo creo.
1 comentario:
Sobre las prácticas de Mr Abimael Clavijo y toda la "banda" habría mucho que decir..pero como dice el dicho..a todos los cochinos les llegará su San Martín..por cierto, un psicólogo no es un médico, ni puede ni debe diagnosticar, sólo realizar simples valoraciones basadas en tests y opiniones personales subjetivas, siempre discutibles...es una vergüenza que se utilice este criterio subjetivo para decidir el futuro de unos niños..esperemos que algún día las autoridades pongan a personal facultativo al frente de estas decisiones y no a simples psicólogos..
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